Reconciliación en plano secuencia
Con Deux jours, une nuit (2014), los hermanos Dardenne crean una pequeña fábula social, pero sin hormigas, sin cigarras y sin moraleja, aunque sí agitan conciencias, siempre desde su austera puesta en escena, con una ausencia más que agradecida de sentimentalismo. Un ejemplo, en la que tal vez sea la secuencia más emotiva -que no sensiblera- del film: en poco más de un minuto, y con Petula Clark y La nuit n'en finit plus de fondo, se pasa de la discusión a la reconciliación; y se pasa del plano contraplano al plano secuencia, pues la pareja pelea junta en esta contrarreloj tan actual.