A caballo entre lo espacial y lo temporal
Mi fascinación por el coherente uso del plano secuencia aumentó al ver el maravilloso e incómodo ejemplo, clave, en L'inconnu du lac (2013).
Desde la distancia,
para no hacernos partícipes
de lo miserable.
Aunque subjetivo,
y se nos obliga a ser voyeurs
de los hechos.
Pero hay más.
Porque se marcan los límites espaciales:
el bosque, el lago.
Lo seguro, el paraíso, la posible huida.
Y lo turbio, el misterio, la condena.
E incluso también los temporales:
la tarde, la noche.
Tras el ocaso
todo es más oscuro,
más negro, más desconocido.